Repitiendo ciclos – parte dos de las vacaciones
Con la panza llena y el corazón contento, arrancamos para la aduana argentina, que queda a sólo 5/6 kms del lugar donde almorzamos. No había ni un auto, por lo tanto llegamos a un edificio silencioso, con dos empleadas tomando mate y una actitud sacada del manual del empleado público,esa que le dió vida al… Sigue leyendo Repitiendo ciclos – parte dos de las vacaciones